El presidente salvadoreño Nayib Bukele luego de ser juramentado por el presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, el mandatario reelecto pronuncio su segundo discurso en el que aseguro que los próximos años serán desafíos económicos y exhortó a jurar a los salvadoreños que lo acompañen y lo apoyen incondicionalmente a asumir las decisiones difíciles que tomará, es decir, a lo que llama “medicina amarga”.
Con una analogía de un paciente enfermo de cáncer, el gobernante salvadoreño se refirió a la situación de inseguridad que vivió por años, ejemplificándolo como un cáncer. “Ahora que ya arreglamos lo más urgente, que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía”, dijo Bukele ante cientos de personas, entre invitados y seguidores, desde el palco del centenario Palacio Nacional, en el corazón de la capital salvadoreña.
El mandatario aseguró que la “sociedad salvadoreña sigue enferma de las demás cosas que siempre ha tenido”, porque “el país ya se curó de las pandillas y ahora quiere curarse de la mala economía”.
El gran reto económico de Bukele
De acuerdo a la publicación de EFE, la administración de Bukele se ha mantenido a la cola del crecimiento económico en Centroamérica y es altamente dependiente de las remesas familiares, que anualmente inyectan más de 8.000 millones de dólares. De acuerdo con datos oficiales, el porcentaje de pobreza general pasó de un 22,8 % a un 27,2 % de los hogares.
Por su parte, Silvia Cuellar Presidente de Corporación de Exportación de EL Salvador, (COEXPORT) afirmó que ha llegado el “momento ideal” para el despliegue y los resultados de estrategias económicas que el Gobierno Central ha venido trabajando de la mano del sector privado, como la facilitación del comercio, la promoción comercial, los trámites para agilizar inversiones, las garantías jurídicas, la infraestructura de puertos, aeropuertos y logística.