El central Sergio Ramos, que este martes se ha despedido como futbolista del Sevilla, se va con los dos objetivos con los que llegó “cumplidos” y ha asegurado que seguirá su carrera como jugador porque tiene ganas de competir y se encuentra a sus 38 años bien físicamente, aunque apuntó que aún no tiene decidido su futuro ni nada firmado con otro club.
Sergio Ramos, de 38 años y que ha decidido no prolongar un contrato que expira el próximo 30 de junio, aseguró en la sala de prensa del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, en la que compareció junto al presidente del club, José María del Nido Carrasco, que “irse de casa no es una decisión fácil pero en la vida hay que saber decir adiós y cerrar las etapas” a pesar de que “el club ha hecho todo lo posible para que siguiera”.
“El presidente llegó a ofrecer, como comentó en su día, un contrato vitalicio y se lo agradezco, así que me voy de la misma forma en la que llegué, con un abrazo sincero para todo el mundo. Es una decisión que tomo por cuestiones familiares y personales”, dijo el camero, quien negó tener “nada firmado con ningún otro equipo” aunque mostró su preferencia por la liga de Estados Unidos, “un país atractivo por su calidad de vida y su filosofía”.
Momentos únicos
Sergio Ramos ha reiterado que “en ningún momento, el dinero ha sido un problema” para seguir o no en el Sevilla, al que comunicó su decisión antes de acabar junio porque “quería que el club tuviera el tiempo suficiente para plantear la nueva temporada”. Y del que se marcha “con la cabeza alta y la conciencia tranquila”.
Al excapitán del Real Madrid tampoco le pesa la “etapa delicada” que vive el Sevilla en los frentes social y económico porque “a la hora de venir, ya sabía de este momento complicado” pero a él le “gustan los retos y quería ayudar” porque “el sevillismo no se negocia, se lleva en vena desde el nacimiento”.
Sergio Ramos, que está “seguro de que el club superará” la presente crisis, afirmó que ha “disfrutado esta temporada de un cúmulo de sentimientos muy buenos gracias a la confianza del presidente y de todo el club”, y que ha “vuelto a sentir cosas que no sentía desde que era muy joven”.
“El sevillismo me ha ayudado a sentirme como en casa desde el primer día que salté al Ramón Sánchez-Pizjuán. La afición perdonó mis errores y me ha permitido vivir momentos únicos”, ha apuntado el central andaluz.
Un “hasta luego”
El presidente del Sevilla, por su parte, ha dicho en su intervención que “no es un adiós, sino un hasta luego”, ya que “Sergio siempre tendrá abiertas las puertas del Sevilla, de su casa, para volver” y le ha dado las “gracias por tirar del carro en una temporada tan complicada renunciando a una oferta once veces superior” a la que le hizo el Sevilla.
Del Nido Carrasco le ha agradecido su “liderazgo” y su voluntad de “reconciliarte con el sevillismo”, algo que ha “conseguido al demostrar que era cierto” lo que le anunció en su “primera reunión el pasado verano: que seguía teniendo mucho fútbol”.
Sergio Ramos, que acumuló 50 partidos oficiales con el Sevilla entre los años 2004 y 2005, antes de su traspaso al Real Madrid, cierra su segunda etapa como sevillista con 37 encuentros disputados en los que ha marcado siete goles y ha dado una asistencia.
El central retornó el pasado verano al Sevilla, conjunto en el que se formó, tras pasar por el Real Madrid, en el que militó dieciséis temporadas, y el París Saint Germain, en el que jugó dos años.
Información de EFE